Cómo puede la inteligencia artificial cambiar nuestro mundo (y los viajes ;)
Nuevo formato, cuento lo que me apetece cuando me apetece
Tl;dr: con la IA tú puedes ser más preciso, si es lo que quieres. No hace tu trabajo por ti, ni ninguno que merezca el esfuerzo a día de hoy.
Esta es una reflexión personal como humano curioso que está versado en lo digital.
Por fin podemos jugar de adultos con algo que hemos anhelado de niños porque lo hemos visto en películas y videojuegos. Eso es maravilloso si eres parecido a mi, un hombre friki de las maquinitas al que le gusta crear cosas. Para todos los demás, supongo que que habrá para todos los gustos. Por ejemplo, el que bosteza soberanamente, el que se esconde en su cueva, y el que dice que eso hay que apagarlo porque patatas.
Yo lo veo con gracia por un razonamiento que se le atribuye a Sócrates acerca de los libros. Repito de memoria: "los libros no responden a las preguntas de sus lectores".
Ahora, en 2025, los libros por fin responden a los lectores. Digamos que pueden "hablar" al que le pregunta.
Un libro no es su autor, ni su pensamiento, ni mucho menos es él ni su vida. Un libro es lo que el autor y su equipo de edición han decidido que sea. Ya el lector interpretará lo que le parezca tras diversas influencias. Ah, y otra movida es que lo termine, no te cuento ya lo que comprenda y lo que aplique.
Por eso, para resumir, cuando alguna persona me intriga le pregunto por algún libro que le haya llegado. Quizás lo conozca. Incluso, en algún recóndito momento, me de por leerlo. Hay muchos libros buenos. Yo ahora prefiero centrarme en escribir algo que me, no sé, ¿apetezca?.
Divagaciones de abuelo cebolleta a parte. La IA habre muchas oportunidades.
Aprendizaje perosnalizado.
Respuesta personalizada.
Paranoya personalizada.
Y todo lo que te imagines personalizado.
Todo.
TO-DO.
Tanta personalización, para llegar a una lista de tareas.
El tiempo relativo a ti mismo es finito, por lo que la lista de tareas es finita. Una buena forma de escoger qué hacer es hacer lo que te pide el cuerpo. Si el cuerpo te pide muerte y destrucción, pues oye, igual tienes que limpiar el baño (como decía Bukoski), salir a que te de el aire, o quedarte quieto.
Estarse quieto siempre funciona.
Creo que uno tiene que irse dando liencias en su vida.
El mítico "yo controlo".
Esto, en sí mismo, es un gran viaje.
Con apertura y destreza, el mundo es un lugar muy seguro. Eso sí, cuidado con ser una mosca cojonera, y con meterte donde no te llaman. Un básico.
Lo bonito, a mi modo de ver, es sentir que el viaje está corriendo por tus venas, que el siguiente paso te está abriendo un mundo desconocido, que la vida es bella, maravillosa, un sin fin de caleidoscopios que puedes palatear e, incluso, escoger.
Con todo esto, la IA es una herramienta muy chula para darte cosas interesnates a leer.
Yo le escribí "¿Puede la vida evitar la muerte térmica del universo? ¿Cómo?" estando en el gimnasio, levantado fierros, y me gustó la respuesta de ChatGPT, aunque es lo de siempre:
Silencio.
Reflexión.
Aliada.
Fundación.
No te mueras por el camino.
Tras este discurso de pensamiento propio, te respondo a la pregunta del artículo: ¿Cómo puede la inteligencia artificial cambiar nuestro mundo?
Dándonos opciones más trascendentes, y más precisión.
Lo que, aún, ahora, no puede hacer, es, como en la película I.A. de Steven Spielberg (y ¿Stanley Kubrick?), reencontrarnos, metafóricamente, con nuestra madre. Si está viva acuérdate de hablar con ella hoy, le gusta saber de ti. Si ha fallecido, tienes un bonito viaje por delante.
Tampoco es, a día de hoy, Ex Machina. Por situarlo en el contexto español, Amarna Miller es otra historia (ah, y es muy maja en persona. Aunque no hablé con ella, transmite buen rollo).
Y recuerda, Isaac Asimov no jugó, ni pudo jugar, al videojuego Caesars. Mucho menos a cualquiera de los que han creado mis colegas en Flat Cat Games.
Son las 9:31 del 2025-02-03. Publico y me voy al gimnasio a hacer unos papeles.
Sri Lanka. 2015. Digital.